¿Cuánto, en la interpretación constitucional, depende del valor subjetivo otorgado por los jueces? ¿Dónde queda la objetividad y neutralidad de la ley? Owen Fiss intenta contestar esta pregunta y responder a lo que él describe como el nuevo hihilismo, uno que duda de la legitimidad de la adjudicación, pues el nihilista argumentaría que para cualquker texto -sobretodo la Constitución- existen un sinnúmero de significados posibles, por lo que la interpretación consistirá en escoger uno que aquellos significados, que inevitablemente será expresión de los valores del juez.
El autor argumenta que la descreción de los jueces en la interpretación y la adjudicación es de hecho forzada. Las fuentes de coacción son la existencia de reglas disciplinarias por las que la interpretación del juez puede ser evaluada y que hacen posible la objetividad, y la existencia de una comunidad interpretativa que reconoce estas reglas.
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*Artículo originalmente publicado en Stanford Law Review, Vol. 34, 1982, p. 739.