También un sistema jurídico justo requiere de sanciones para salvaguardar su propia estabilidad. Puesto que lo específico de la pena criminal se halla en un reproche ético-jurídico, esta forma de sanción ha de ser ético-jurídicamente legítima, esto es, justa tanto como institución cuanto como consecuencia jurídica concreta. Mas la pena solo puede ser justa si ella sirve a la retribución de culpabilidad por un comportamiento que expresa una falta grave de humanidad.
Kindhaüser, U. (2010). Personalidad, culpabilidad y retribución de la legitimación y fundamentación ético-jurídica de la pena criminal. Derecho Y Humanidades, 1(16). Recuperado a partir de https://derechoyhumanidades.uchile.cl/index.php/RDH/article/view/16003